domingo, 13 de julio de 2008

Rumi


Rubais del Diwan de Rumi





Si pudieses liberarte,

por una vez, de ti mismo,

el secreto de los secretos

se abriría a ti.

El rostro de lo desconocido,

oculto más allá del universo,

aparecería en el espejo de tu percepción.



He sido sumergido en Tu amor.

¿Para qué sirve el consejo?

He bebido el veneno.

¿Para qué sirve lo dulce?

Han puesto cadenas a mis pies;

pero el loco es mi corazón.

¿Para qué sirve encadenarme los pies?



El universo estaba lleno de milagros.

Cuando el rocío del amor se mezcló con el lodo humano,

cientos de escalpelos de amor

entraron en las venas del Alma y cogieron una gota

Esto es lo que se llama Corazón.



Cogí una rosa con prisa.

Tuve miedo al jardinero.

Entonces oí Su suave voz.

“¿Cuánto vale una rosa?

Te doy todo el jardín”



Tus manos, tus pies, tus ojos son dos.

Así es como es.

Pero no es correcto decir que el Corazón y el amor son dos.

El amor es un pretexto. El amado es Dios.

Es absurdo pensar que Él es dos.



Tú eres el secreto del secreto de Dios.

Tú eres el espejo de la belleza divina.

Todo lo del universo está dentro de ti.

Pregúntate todo a ti mismo,

el que estás buscando es también Tú.



Es maravilloso trasladarse

a un lugar nuevo cada día.

Es maravilloso fluir

sin hielo y sin barro.

Todo, amigos míos,

se fue con el ayer.

Todas las palabras se han ido.

Ahora es el momento de decir algo nuevo.



Si te sientas con alguien

y tu corazón no se siente bien,

tu mente está confusa

y no se limpia del barro

de todos los días,

no sigas con su conversación.



Alguien, dentro de tu respiración

te da también respiración,

promesas de Unión.

Respira con Él hasta tu último aliento.

Él te lo da con amabilidad y misericordia.

No como un juego.



La fe de la religión del Amor es diferente.

La embriaguez del vino del Amor es diferente.

Todo lo que aprendas en la escuela es diferente.

Todo lo que aprendas del Amor es diferente.



Hoy, todavía, soy un borracho.

Quiero cambiar por completo.

Quiero hacer de un cráneo una copa de vino.

Hoy, quiero buscar a un sabio en la ciudad para volverlo loco.



El día del juicio

vendrán multitudes de personas

con el rostro aterrorizado de miedo.

Pondré Tu amor delante de mi

y le pediré que responda por mi.



En el amor, no hay alto ni bajo,

Mala conducta ni buena,

ni dirigente, ni seguidor, ni devoto:

solo hay indiferencia, tolerancia y entrega.



El amado camina por lugares solitarios

por los que ha pasado el amado.

El devoto reza las cuentas de su Rosario.

Uno duerme al borde del agua.

El otro mendiga un trozo de pan.

Sufren hambre y sed.



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